No es sólo por cariño a los árboles que la opción paperless es necesaria: orden, más espacio utilizable en la oficina y el estudio (pensemos cuanto sale el m2 de "archivos" que casi nunca veremos), y una natural complementariedad con la oficina más virtual y en "las nubes" posible son argumentos de peso a la hora de reducir la costumbre de imprimir cuanto nos llega al mail o vemos en internet.
Scan, guardar en .pdf, y acostumbrarse a una manera de trabajar diferente pero que sin dudas es más eficiente. La posibilidad, por ejemplo, de acceder desde la distancia un .pdf, marcarlo y anotarlo a gusto, guardarlo en nuestro "almacén virtual", retomarlo desde cualquier lado, etc. etc.
Se necesitan inversiones mínimas (buenos monitores y scanner), y adaptar procesos internos para que el uso de toner y resmas de papel disminuya sustancialmente.
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